20 - Feb. Tendrá un merendero, mirador, zona biosaludable, parque infantil, skatepark e incluso una balsa donde se podrá practicar la pesca. El entorno de la antigua Mina Aurora de Belmez, actualmente un terreno contaminado donde se acumula una gran escombrera, se transformará en un extenso parque periurbano de más de 67.000 metros cuadrados llamado a convertirse en un auténtico referente de la recuperación del patrimonio industrial del Alto Guadiato. El Ayuntamiento invertirá algo más de 1,6 millones de euros en este proyecto, una cuantía procedente de fondos europeos Next Generation para la Transición Justa, otorgados ahora como compensación al cierre de la central térmica de Puente Nuevo.
El alcalde, José Porras (PSOE), ha explicado a El Día que el objetivo de esta iniciativa es "recuperar la escombrera y todo el conjunto para la creación de un gran espacio verde". Así, se convertirá lo que ahora es una "zona contaminada" en un "pulmón verde que mejore la calidad de vida del ciudadano, poniendo en valor las huellas históricas mineras que han marcado la comarca".
El proyecto, muy ambicioso, incluye la adaptación de la nave actualmente en desuso, que fue utilizada como antiguo museo, como centro de interpretación de la Mina Aurora y como centro de turismo activo. Además, se crearán unas galerías subterráneas para que los visitantes puedan hacerse una "idea concisa del funcionamiento de las antiguas minas de carbón", ha explicado el primer edil.
El arquitecto autor del dosier, Rafael Calderón, ha explicado que el área de intervención se dividirá en subzonas con diversos usos. Habrá parque infantil; merendero con mirador; skatepark y zona de pumptrack; instalación biosaludable; caminos, senderos, escaleras, plataformas de madera sobre pilotes; una balsa de agua en la que se podrá practicar la pesca y, bajo rasante, galerías de mina.
Y todo ello, claro está, dependerá del reverdecimiento y regeneración del manto vegetal y la plantación arbórea con especies autóctonas de la zona y, especialmente, destinadas a sustratos de residuos de carbón que no precisen de sistema de riego.
Sobre las escombreras, se propone renaturalizar estos taludes con especies arbustivas seleccionadas mediante hidrosiembra, ya que juegan un papel "importantísimo" en la estabilización y mejora de estos terrenos por la capacidad de fijación de suelos, el aporte de nitratos y su enorme capacidad de producción de semillas.
Respecto a la sostenibilidad del propio parque, se propone la implantación de una pérgola fotovoltaica. Esta estructura, además de generar sombra y servir de hito y cobijo para diversas actividades, generará la energía eléctrica suficiente para el abastecimiento y autoconsumo del parque, principalmente para el alumbrado, el sistema de riego y el centro de interpretación. Además, el alumbrado utilizará tecnología led de bajo consumo y un sistema de telegestión, mientras que el riego se abastecerá con un sistema de gestión sostenible que incluirá detectores de presencia de lluvia.
En cuanto al mobiliario, habrá mesas accesibles repartidas de manera irregular en la zona destinada a merendero. Además, en el recorrido del parque se instalarán bancos accesibles y papeleras.
"Es importante que la experiencia y la percepción del espacio sea coherente y proporcione un disfrute personal y social, generando en las personas conexión con la naturaleza", explica el autor del proyecto. Es por ello que lo materiales utilizados para los distintos elementos del parque provienen en su mayor parte de "elementos nobles y naturales", detalla el técnico.
17 - Dic. Lo que hay oculto en Belmez clama al cielo. Y los habitantes de este municipio del Guadiato, que ya lo venían barruntando, han conocido hoy de primera mano el inmenso potencial arqueológico que tiene su municipio con el ejemplo expuesto por los profesores Araceli Cristo Ropero y Pablo González, del yacimiento Oppidum de Sierra Boyera, que lleva excavándose desde 2017 con unos resultados espectaculares.
Pero su bendición es, al mismo tiempo, su peor maldición. Oculto bajo las aguas del pantano de Sierra Boyera, salió a la luz hace seis años cuando comenzó este prolongado tiempo de sequía. Fue un vecino del pueblo el que descubrió un "tiesto muy raro", en palabras del profesor González, del Área de Arqueología de la Universidad de Granada y director de esta última (y tercera) excavación realizada el verano pasado, y se lo comunicó a la profesora Cristo Ropero, quien al ver lo que tenía entre manos lo dio de alta en Cultura para iniciar las excavaciones. Ella ha sido, de hecho, la directora de los dos primeras.
La idea, para adelantar acontecimientos, es regresar en la primavera de 2023, "si el pantano nos lo permite" y continuar con los trabajos de urgencia. ¿Por qué? Sencillamente, porque "es un yacimiento muy particular; pasa la mayor parte del tiempo bajo el agua y eso le afecta, ya que lo está deteriorando a un ritmo muy acelerado". Tanto es así que "estimamos que en 10 o 15 años no habrá yacimiento en absoluto".
Las prisas son para recuperar toda la información arqueológica que se pueda, e incluso "nos estamos planteando sacar una estructura, como es el horno de cerámica, cuestión que se encuentra en fase de estudio a ver cómo se puede hacer, porque el acceso al propio yacimiento es complicado", ha expuesto el profesor.
El echo de estar ubicado junto a las compuertas del pantano genera corriente y arrastra todo lo que es el sedimento que cubre el yacimiento. "Lo está limando como si fuera un caramelo". Por eso, "cada vez que vamos, comprobamos que una parte se ha ido para siempre; lo vemos cada vez que llueve y cada vez que sube y baja el pantano, en un desgaste constante". Por tanto, está abocado a la desaparición y sin remedio. Además, la información histórica se encuentra depositada en esos sedimentos, que indican cómo se ha formado el yacimiento y dónde está cronológicamente ordenadas las fases de ocupación, y cuando pierde el sedimento se produce un maremagnum de cerámicas y otros elementos, pero sin contexto y habiéndose mezclado todas las épocas.
Está visible sólo un 20% del yacimiento y el resto está ocupado por la presa, que parte el yacimiento por la mitad. Cuando se ejecutó la presa evidentemente no se sabía que estaba allí (años 70' del Siglo XX) y si se sabía, hablamos de otra época en la que o práctico prevalecía sobre los historio y cultural. En este caso, sólo queda conservado un extremo del yacimiento.
Y hasta aquí las (muy) malas noticias. Vamos con lo positivo. "Lo que hemos podido ver claramente hasta ahora es que se trata de una zona artesanal; un barrio periurbano con distintas producciones". Pero de un volumen bastante llamativo. Hay un horno de cerámica, "de los mejores conservados de la Península Ibérica", con dos metros de diámetro y tres de largo, es decir muy grande y casi industrial. "Estamos aún calculando la capacidad que pudiera tener esa fábrica, pero de una hornada podrían sacar perfectamente 50 piezas".
Además, otro elemento que ha llamado enormemente la atención e los investigadores arqueólogos es que allí hubo una producción alimentaria al por mayor. Entre otras cuestiones, se han localizado dos molinos rotatorios de gran tamaño. Para hacerse una idea, la piedra pasiva sobre la que gira una piedra activa pesa unos 400 kilos, "capaz de generar un kilo de harina en un minuto".
Entre el VI y el II antes de Cristo
Pero ¿quiénes eran aquellas gentes? "Estamos hablando que el yacimiento se sitúa en una horquilla temporal de entre el siglo VI y II a.C., y es íbero". Son una población local con claras influencias púnicas, porque el horno es de tradición fenicia-púnica, pero al mismo tiempo los molinos son propios de la Península Ibérica. Hay también un taller metalúrgico para transformar el mineral de plomo, hierro, cobre o bronce en metal.
Y el caso es que se desconoce a qué localidad de la Antigüedad pertenecían este foco industrial. "Es curioso, porque todo a punta a que se abandona durante la Segunda Guerra Púnica y se arrasa". Una cuestión que los excavadores saben, porque "hemos encontrado los niveles de destrucción". Según González, "un profesor mío dice que cuando un poblado íbero no tiene nombre es porque se aliaron con los cartagineses y salieron mal parados". Todo esto apunta a que tiene que haber cerca algún asentamiento más grande, e incluso que sea un asentamiento que se dedique plenamente a temas productivos.
Además, por la cercanía a las minas, que están a escasos tres o cuatro kilómetros de allí, "creemos que en este punto se estaba llevando todo el proceso de fabricación de cerámica, sobre todo grandes contenedores y ánforas, además de todo lo que es la transformación del mineral a metal y se está produciendo una gran cantidad de alimento no sólo para la gente del asentamiento, porque sobraría, sino también para quienes estuvieran trabajando en las minas y para los que estaban en ese gran asentamiento habitacional".
Es más, haciendo una estimación aproximada de sus tres hectáreas, podría vivir allí unas 300 o 400 personas. Pero, ¡ojo!, que estos centros de producción industriales y masivos son bastante habituales. "Hemos podido documentar que en la zona desde el Siglo V a.C. están realizando producciones mineras y metalúrgicas, y en el Museo de Belmez se conserva una pieza, que es un ponderal de plomo fenicio-púnico, con letra fenicia, que nos da esa cronología". Así que "sospechamos que hay un gran asentamiento que articula el territorio y que el yacimiento de Sierra Boyera no tiene por qué ser el único que se dedique a este tipo de cuestiones". Y lo más probable sea que los demás estén mucho mejor conservados y con más sedimentos encima, pero no se ven.
Lo dicho, un potencial brutal en materia arqueológica.
Nada de armamento
"De armamento es curioso, pero no hemos encontrado nada", asegura el profesor. En el Museo Arqueológico de Belmez sí hay unas puntas de lanza que se atribuyen a esa zona, pero el hierro se conserva extremadamente mal. "Nosotros hemos podido extraer un cuchillo afalcatado muy deteriorado y está en proceso de recuperación y conservación, pero el resto del hierro se conserva fatal.
Por contra, sí han aparecido dos piezas cerámicas la mar de curiosas. Una de ellas muestra a dos guerreros en relieve luchando entre ellos y se ven las falcatas (que han servido de logo para el cartel de la convocatoria de hoy). A esa pieza le falta una parte de un extremo que no es significativa y era la que cerraba la pieza por un lateral. Por tanto, está bien conservada. La otra no lo está tanto y representa a una persona en el momento de lanzar una jabalina, también en relieve. Ese relieve, en lugar de estar pintados es lo que las hace ser piezas únicas en la Península Ibérica.
El caso es, pese así importancia, "no sabemos para qué sirve". Y es normal, peor no hay ningún paralelo para comparar. Además, aparecieron cerca del horno, por lo que hubo suerte al localizarlas, pero también "la mala suerte de que es en el contexto de su fabricación donde se encontró, y no de su uso". Saeteros trata de un prisma cerámico, que tiene forma alargada y forma un triángulo de tres caras ( la baso y otras dos donde se ven los mismos relieves en uno y otro lado). "Estamos pensando que pueden ser figura destinadas a necrópolis o a santuarios o adornos domésticos".
Una cuestión: Son íberos, seguro. Ahora bien, por la riqueza y el poderío ni sería de extrañar que cuando este asentamiento comienza a funcionar en torno al siglo VI o V, podría considerarse que esta civilización tal vez está parcialmente tartesizada, en el sentido de que se produciría cierta relación con la Tratemos relacionada con el mundo fenicio y de ciertos rasgos orientales. Pero está claro que después produce la típica cerámica íbera, con decoraciones y la estructura es también típica de la cultura íbera.
Sobre la posibilidad de salvar del yacimiento, que está literalmente siendo devorado por el embalse, alguna pieza singular el profesor ha indicado que desde la Universidad de Granada se está trabajando en conjunto con el Ayuntamiento y ahora se pretende contactar igualmente con la Diputación Provincial de Córdoba para que participe en el proyecto. Por su parte, Cultura de la Junta es la que planteó, precisamente, la idea de sacar una estructura para conservarla. "Estas acciones requieren coordinación por muchas partes y se exhibiría en el Museo de Belmez, que es donde mejor se conservaría y se contextualizaría". ¿Dejarlo en un lugar a la intemperie? En absoluto. "El horno es de adobe y si lo dejáramos a la intemperie se deterioraría a marchas forzadas". Es más, cuando se ha finalizado esta tercera excavación "lo hemos dejado cubierto muy bien con distintas capas de tierra, arenas y cantos de río para que se conserve bien".
Por ahora, del extremo Noroeste del yacimiento, que es donde están trabajando, habrán excavado un poco más del 30%. Queda casi la otra mitad, y "es lo que queremos excavar la próxima campaña y con prisas antes de que desaparezca". El agua se ha llevado ya tantos sedimentos que se encuentran con los niveles geológicos a apenas 50 centímetros. Pero también hay partes que han tenido cierta facilidad para datarlas, ya que en los niveles de destrucción del yacimiento, cuando fue arrasado pro Roma, los muros, que eran construidos en tierra, al caer han aplastado la cerámica y está entera, rotas y esparcidas, sí, pero por lo menos en su lugar de la historia. "En el laboratorio las recogemos, las pegamos y las montamos de nuevo".
Entre los organismos que han colaborado con estas excavaciones están La Universidad de Granada (Departamento de Prehistoria y Arqueología); el Ministerio de Cultura; el Ayuntamiento belmezano; el Museo Histórico de Belmez (MHB), el Instituto de Jóvenes Investigadores Andaluces (Ijita), que "nos apoya a nivel de divulgación y difusión"; la Fundación Palar Q, "con la que hemos conseguido un proyecto para realizar análisis a la cerámica; HUM-143, el Grupo de Investigación de Arqueología Protohistórica del Mediterráneo, y el Club Náutico belmezano.
El profesor se ha mostrado muy agradecido a este club deportivo, ya que "nos dejó sus instalaciones donde instalamos en su interior el cuartel general con laboratorios en su bar, que se cerró antes de la pandemia; allí dejamos las herramientas y lavamos la cerámica, como si fuera nuestro cuartel de operaciones".
La charla-conferencia ha despertado mucha expectación. Algo que ya se veía durante las excavaciones que tuvieron lugar durante todo el mes de agosto hasta el 20 de septiembre pasados. Por lo pronto, "vinieron a visitarnos más de 400 personas a lo largo de cuatro jueves con jornadas de puertas abiertas". En algunos casos se llenó tanto la sesión de los jueves que debían repetir el sábado siguiente. "Llegaron desde Belmez, luego de Espiel, de Peñarroya, Fuente Obejuna, todo el Guadiato. Se corrió la voz y la gente se volcó con nosotros".
Todo muy acorde con el nerviosismo de los primeros días cuando en el pueblo se supo la noticia. No obstante, se enfrió pronto por dos cuestiones: El pantano volvió a subir y se cubrió de nuevo el yacimiento en 2018, y, por supuesto, la pandemia de la Covid. "Volvimos a intervenir en el invierno de 2020, entre diciembre de ese año y enero de 2021, y ya después durante toda la pandemia con los protocolos de seguridad pertinentes.
Este sábado se ha vuelto a recordar a los y las habitantes de Belmez que para generar un sentimiento de cariño hacia el patrimonio por parte de la población es conocerlo y que lo sientan como propio, que se identifiquen con su patrimonio y, en consecuencia, quieran conservarlo y protegerlo y, evidentemente, "que se siga investigando". No sólo aquí, sino buscando en todo el término rico en historia esperando a ser descubierta en su subsuelo.
4 - Sep. Ocultos en la ladera del Castillo de Belmez durante décadas, hace unos años, sin saber muy bien cómo ni por qué, alguien rompió uno de los muros y la sorpresa fue mayúscula: los más que centenarios depósitos de agua de la Compañía de los Ferrocarriles Andaluces, una reliquia de argamasa monumental, recuerdo del floreciente pasado industrial del Alto Guadiato, permanecían intactos, sepultados bajo la memoria y bajo una espesa capa de olvido. Y, prácticamente, tal y como se concibieron en 1883 se mantienen: dos estructuras gemelas, de 700 metros cuadrados cada una, con gruesos pilares y cubiertas abovedadas, un monumento prácticamente sin par en todo el Sur de España.
Siguen cerrados, accesibles únicamente por el "boquete" que se abrió en uno de los muros, como explica el alcalde belmezano, José Porras (PSOE), quien aspira ahora a recuperarlos con fines turísticos. Uno de ellos podría convertirse en un museo del agua y otro, en unos peculiarísimos baños árabes, desvela Porras. El Ayuntamiento, de hecho, mantiene conversaciones con la Empresa Provincial de Aguas de Córdoba (Emproacsa), dependiente de la Diputación de Córdoba, para impulsar el centro museístico, y solicitará alguna ayuda europea para construir los baños árabes.
"El pasado industrial de Belmez está muy ligado al agua, y no hay nadie que sepa más de este asunto que Empraocsa, que suministra a la mayoría de hogares de Córdoba", explica Porras. Los museos del agua son un género en sí mismo, y hay ejemplos en Alicante, Albacete, Murcia, Palencia o Álava. También son un atractivo en ciudades británicas de pasado industrial, como es el caso de Belmez.
En cuanto al hamam, el Ayuntamiento ya cuenta con el proyecto, que supondría una inversión aproximada de 800.000 euros, que confía en reunir con alguna de las convocatorias de fondos europeos actualmente disponibles. "Nuestro castillo tiene raíces árabes, así que desarrollar este proyecto supondría relacionar ambos recintos patrimoniales", explica Porras, quien recuerda que el Ayuntamiento ha hecho una apuesta importante por el turismo como motor económico, por ejemplo, con la puesta en valor de la vía verde de La Maquinilla o la reapertura del Museo Histórico y del Territorio Minero.
Para los propios belmezanos, los antiguos depósitos de agua son un tesoro patrimonial totalmente desconocido. El estudioso de la historia local José Antonio Torquemada los fotografió por primera vez en 2018, poco después de su redescubrimiento, aunque muchos no han sabido de ellos hasta este verano gracias a las llamadas rutas del agua organizadas por el Ayuntamiento para reivindicar el desconocido patrimonio hídrico del municipio. La sorpresa ha sido mayúscula, y la última ruta reunió a alrededor de 300 vecinos atraídas por las fotos que empezaron a circular en las redes.
En las imágenes, los depósitos se muestran oscuros, amplios, monumentales, como una puerta que de pronto se abre a un pasado intacto y no tan lejano en que Belmez era una de las locomotoras del desarrollo del Sur de España. A finales del siglo XIX, en la localidad del Alto Guadiato vivían 2.000 vecinos -ahora son unos 2.900-. "Una de las principales preocupaciones de las grandes compañías mineras durante el siglo XIX era suministrarse de agua suficiente para que pudieran funcionar las máquinas de vapor que utilizaban en minas, fábricas, talleres y locomotoras. En 1882, por falta de agua la propia compañía de Andaluces tuvo que parar el trabajo en la mina Santa Elisa durante cinco meses", narra el propio Torquemada.
Para solucionar el problema, la compañía planeó establecer dos grandes tomas de agua en el río Guadiato, una en la Vega, junto a la estación de Cabeza de Vaca, y otra en la huerta del Carrascal, a apenas un kilómetro de Belmez. La reacción de los vecinos no se hizo esperar. Y, temerosos porque la empresa dejara sin agua al ganado y pusiera en riesgo el consumo humano, ya que tal volumen de agua podría secar el río en los meses de verano, forzaron la intervención del Ayuntamiento.
La institución municipal y la compañía alcanzaron un acuerdo beneficioso para todos. Así, a cambio de la concesión para extraer agua del río, acordaron la construcción de los depósitos de agua potable que, con una capacidad de 6.500 metros cúbicos, garantizaban el consumo de la población durante los tres meses de sequía del verano. Además, la compañía debía instalar dos pilares públicos y establecer la red de agua potable en todo el pueblo, narra Torquemada.
Corría 1883 y Belmez se convertía en uno de los primeros municipios de la provincia de Córdoba en contar con agua potable. No solo eso. El acuerdo entre el Consistorio y la Compañía de los Ferrocarriles Andaluces establecía que el suministro para los incendios se daría gratis, así como el suministro para la cárcel y para el riego del parque municipal Vicente Sánchez, que en aquel momento se empezaba a construir. Y, como curiosidad, tanto Belmez como Peñarroya-Pueblonuevo desarrollaron una segunda red de suministro hídrico, la llamada agua mala, industrial, sin potabilizar, que hasta bien entrado el siglo XX regaba los jardines y llegaba a empresas o talleres. Aunque, como destaca Torquemada, lo más relevante fue la construcción de los depósitos.
Con una superficie de más de 1.400 metros cuadrados, estuvieron en uso durante más de cien años, hasta bien entrada la década de los 90 del pasado siglo XX. "En la última gran sequía del 95 estaban preparados para llenarse, aunque finalmente no hubo que usarlos", dice Torquemada. En 2018 se redescubren y, por primera vez desde su construcción con una argamasa de piedra y carbonilla, se conoce su forma monumental, escondida en la ladera del Castillo. Hace un año, con el beneplácito del Consistorio, empezaron las rutas guiadas: a la primera acudieron siete personas y la última, el pasado agosto, reunió a 300 personas. El Ayuntamiento espera que pronto sean muchas más.
11 - Ago. El pantano de Sierra Boyera, ubicado a los pies de Belmez, es noticia este verano por su extrema situación de sequía. Se encuentra a menos del 15 por ciento de su capacidad ahora mismo, pero hace ya años que su nivel ha ido bajando poco a poco. Y cuando este embalse baja del 40 por ciento de agua almacenada, salen a la luz los restos de un poblado íbero que hasta hace un lustro nadie sospechaba que pudiera estar ahí.
Un grupo de arqueólogos excava de urgencia el yacimiento del 'oppidum' de Sierra Boyera, que sufre un proceso de deterioro al estar expuesto a los elementos.
Los últimos príncipes íberos
Los arqueólogos han aprovechado la ocasión para lanzar una nueva campaña de excavaciones sobre el sitio y así poder comprender el papel de este enclave en la cultura íbera. Podría ser, sin embargo, la última expedición de estas características. En una singular paradoja, los mismos elementos que permitieron conservar el poblado durante milenios van a ser la causa de su destrucción. El pantano lo salvó y el pantano acabará con él.
El poblado íbero de Belmez no se conocía antes de que comenzara a llenarse la presa allá por los años setenta del pasado siglo. Estaba enterrado en las colinas de la zona, prácticamente al pie de la propia presa. El agua fue disolviendo poco a poco todos esos detritos y en esta última sequía, la que ahora nos atenaza, el poblado salió por primera vez a la vista. Las inspecciones arqueológicas se pusieron en marcha con presteza y en tres años (2017, 2019 y 2020) se recabó suficiente información sobre el asentamiento como para poder fecharlo entre los siglos VI y III antes de Cristo.
Ahora ya nada protege a estas piedras de la corrosión y los elementos y cada año que pasa el yacimiento pierde entre 10 y 15 centímetros, según informa el director de la excavación, el arqueólogo de la Universidad Granada Pablo González. «Por desgracia la sequía nos ha dado la oportunidad de excavar, pero el yacimiento en sí se está deteriorando rápidamente por las circunstancias de alrededor. Está muy expuesto a los elementos y quizás sea esta la última oportunidad» de explorar el 'oppidum'. Dentro de poco tiempo «solo quedarán piedras sin sentido y se irá perdiendo la identidad arqueológica», afirma el experto. Por eso esta intervención se ha desarrollado de urgencia, «para salvaguardar la poca información que pueda quedar en el sector».
7 - Junio. La delegada del Gobierno en funciones, M.ª Jesús Botella, ha participado hoy en Belmez en la apertura de la jornada provincial ‘Vuela Guadalinfo’ destacando que “Guadalinfo es una herramienta poderosa para la transformación digital de los pueblos y barrios andaluces”.
Con el objetivo de seguir preparándose para continuar dando respuesta a las necesidades digitales de residentes y visitantes de nuestros municipios, el Consorcio Fernando de los Ríos -adscrito a la Agencia Digital de Andalucía- organiza esta jornada formativa e informativa para actualizar conocimientos, compartir buenas prácticas y co-diseñar nuevas iniciativas para la transformación digital de los pueblos cordobeses.
En ella han participado más de 80 dinamizadores de los centros vuela Guadalinfo de la provincia (69 al frente de los Guadalinfo instalados en municipios menores de 20.000 habitantes, 4 ELAS y 8 CAPI (centros ubicados en barriadas menos favorecidas de poblaciones mayores como Puente Genil, Córdoba, Palma del Río, etc.).
“Tras lo vivido en 2020 y 2021, se activa en 2022 una estrategia para reforzar su alcance, actualizar competencias y tecnología y mejorar los recursos de espacios y profesionales. La estrategia, aprobada por las diputaciones y la Junta de Andalucía en el Consejo Rector del Consorcio Fernando de los Ríos, marca una nueva etapa para seguir llenando los pueblos de vida digital y activar una transformación que incluya, atraiga e inspire”, ha destacado Botella.
En 2021 se han construido las palancas que se han activado en este año 2022 para iniciar ese camino, la principal el diseño de la estrategia y la apertura del primer piloto Punto Vuela Guadalinfo (con wifi reforzada y abierta, espacio para nómadas digitales, nuevos dispositivos, equipamiento y recursos, acceso a servicios electrónicos y una zona maker para testar tecnología emergente) en Pilas (Sevilla). En la actualidad existen dos puntos más en Huelva y Málaga y antes de finales de año contaremos con el de Córdoba.
“Los centros vuela Guadalinfo logran atraer una cantera de jóvenes que se acercan sin salir de su pueblo a las tecnologías emergentes adquiriendo habilidades útiles hoy y claves para su futuro”, ha subrayado la delegada del Gobierno en Córdoba.
La estrategia Vuela Guadalinfo 22-25 establece 20 medidas concretas como base para la Revolución del actual modelo Guadalinfo, que se materializarán en la profunda transformación del espacio y de los contenidos formativos, la completa adaptación de la experiencia de usuario, la incorporación de nuevas alianzas con actores tecnológicos relevantes y la amplia modernización de la imagen.
1 - Mayo. No hay que ir muy lejos de Córdoba (apenas una hora de trayecto) para visitar uno de los dólmenes mejor conservados del mundo.
¿Cómo llegar?
Para alcanzar este pueblo blanco del Valle del Guadiato, si partimos de la capital debemos continuar por la N-432 alrededor de 65 km; y coger la salida número 266 (Espiel, Badajoz). Lo siguiente es continuar por el tramo de enlace durante 171 m, seguimos por la A-2213 durante 296m y ¡habremos llegado a nuestro destino final!.
¿Qué ver?
En 1986 una excavación arrojó la existencia del Dolmen de Casas de Don Pedro, en Belmez. Esta cámara mortuoria del Calcolítico o Edad del Cobre (2.000 a.C.) forma parte de un conjunto integrado por más de una decena de dólmenes que se encuentran en el mismo término municipal.
Sin embargo, sólo el de Casas de Don Pedro está abierto y se puede visitar. Fue declarado Bien de Interés Cultural con la categoría de Zona Arqueológica en marzo de 1996 y recientemente ha sido restaurado
En cifras
Lo que encontrarán quienes lo visiten es un monumento megalítico con cámara trapezoidal de poco más de 2 metros de longitud en su interior por 1,35 m. de anchura máxima. Según los estudios realizados sirvió para albergar al menos a dos difuntos (presumiblemente mujeres) cuyos cuerpos se depositaron allí en posición fetal y mirando hacia el este.
Está construido por 12 grandes ortostatos (con base de piedra caliza, arenisca, pudinga, anfibolita, micasquisto y cuarcita), piedras de 3 metros de altura por 1 m. de largo y 20 cm. de ancho. El tiempo parece no haber pasado para estas piezas que se insertaban en zanjas previamente excavadas.
Lo habitual es que en estos enterramientos se acompañara al finado de su ajuar funerario. En el caso del Dolmen Casas de Don Pedro, se encontraron punzones de cobre, puntas de flecha de cobre, hojas de sílex de gran tamaño, cuentas de collares de piedra y fragmentos de cerámica decorada.
El devenir histórico del pueblo ha estado ligado a la minería del hierro desde la Edad Antigua. De hecho, a dos kilometros del núcleo urbano está ubicado el yacimiento de Sierra Palacios (de época neolítica y calcolítica) de cuyas excavaciones se han extraído todo tipo de puntas de flecha, idolitos, cerámica.
12 - Abril. La provincia de Córdoba acoge este año la II edición del Circuito de Aguas Abiertas Diputación de Córdoba, una cita deportiva que llegará en los meses de verano y que en esta ocasión contará con cinco pruebas que se desarrollarán en los pantanos de La Colada (El Viso), Iznájar, El Arenoso (Montoro), La Breña (Almodóvar del Río) y Sierra Boyera (Belmez).
La delegada de Juventud y Deportes en la institución provincial, Ana Blasco, ha explicado este martes que, “en su segundo año de vida, este circuito se consolida en el calendario de pruebas veraniegas y pasa a contar con cinco pruebas frente a las tres con las que nacía el año pasado”.
Blasco ha recordado que “el objetivo de esta nueva iniciativa no es otro que la promoción de la práctica deportiva en el medio natural, una actividad que busca promover el deporte acuático y dar a conocer los embalses de nuestra provincia, infraestructuras que cada vez acogen un mayor número de pruebas deportivas de primer nivel”.
“En su segunda edición, este Circuito de Aguas Abiertas se presenta, además, como una oportunidad única de promoción de nuestra provincia, de las opciones que presenta como destino de turismo de interior vinculado a la práctica deportiva”, ha añadido Blasco.
Las travesías tendrán lugar en el embalse de La Colada (El Viso), el 16 de julio; de Iznájar, el 23 de julio; de El Arenoso (Montoro), el 20 de julio; de La Breña (Almodóvar del Río), el 6 de agosto, y Sierra Boyera (Belmez), el 27 de agosto. El circuito es fruto de la colaboración de la Delegación de Juventud y Deportes de la Diputación de Córdoba con la Federación Andaluza de Natación.
26 - Febrero. Hace menos de un lustro que el pantano de Sierra Boyera, al lado de Belmez, reveló un hallazgo insospechado. Bajo sus aguas se hallaba un poblado íbero que afloró por vez primera en 2017 debido a la bajada del nivel del embalse. Las sequías y periodos de lluvias se alternan en el Valle del Guadiato, como ocurre cada cierto tiempo en todo el país.
Ya antes el embalse había visto cómo bajaban sus aguas, pero nunca habían aflorado restos arqueológicos. ¿Por qué? La respuesta está en la propia acción del agua. Una foto aérea de la zona tomada en 1956 -trece años de que comenzara la construcción de la presa en 1969-, en el conocido como «vuelo americano», tampoco revela nada en el promontorio que sirve de apoyo a la balsa.
El poblado íbero había quedado sepultado y protegido por la tierra tras siglos de olvido. Tras el llenado del embalse, el agua empezó a hacer su trabajo poco a poco y disolvió los sedimentos, dejando a la vista la cimentación de los muros del poblado. Cuando en el otoño de 2017 el nivel del embalse bajó, apareció un yacimiento que parecía totalmente excavado.
Una de las estructuras halladas en el poblado
Casi de inmediato compenzaron las primeras excavaciones arqueológicas, dependientes siempre de los caprichos del tiempo. Se realizaron en 2017, 2019 y 2020. El último estudio se publicó en diciembre del año pasado en la revista ' Antiquitas' con los resultados de las investigaciones de 2020 que llevaron a cabo un grupo de expertos de varios centros andaluces liderados por la Universidad de Granada, entre ellos la Universidad de Córdoba, con el título 'El Oppidum de Sierra Boyera en contexto'.
La importancia de estos estudios radica en que «son los primeros que se realizan en el Alto Valle del Guadiato en cuanto a la protohistoria del Norte de Andalucía se refiere», afirman los autores, que han datado los restos en torno a los siglos VI-V hasta el II a.C. La última campaña de excavaciones ha arrojado más luz sobre lo que hacían aquellos primeros moradores de la zona.
Se han encontrado los restos de un posible horno de pan y un depósito con cerámica pintada. Además, los investigadores avanzan que en el poblado íbero se desarrolló algún tipo de producción metalúrgica, en consonancia con los recursos de la zona. Este estudio apunta que la ubicación del poblado «parece responder al control estratégico del territorio, en la ruta que une el Valle del Guadalquivir con el Guadiana Medio».
Sus pobladores escogieron con tino, ya que el promontorio se eleva sobre lo que hace milenios debió de ser una fértil vega en las riberas del Guadiato, ahora sepultada por el pantano. El poblado íbero de Belmez sólo revela sus secretos cuando el pantano de Sierra Boyera lo permite, lo que suele ocurrir cuando el embalse está por debajo del 40 por ciento de su capacidad. Como ahora, cuando la falta de lluvias lo ha dejado al 25 por ciento.
19 - Febrero. Con la situación actual de los embalses, la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir no puede en este momento garantizar el suministro de agua durante más de un año para los más de 45.000 habitantes de los municipios Valle de Los Pedroches y de la parte más oriental del Guadiato, los que se abastecen de los embalses de Sierra Boyera y Martín Gonzalo.
Esto va a obligar a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir a acometer obras de emergencia para resolver el abastecimiento humano durante el tiempo que dure la sequía y conlleva además la prohibición de uso de agua para riego agrícola a la comunidad de regantes de Sierra Morena, que de momento se van a convertir en la única comunidad que no tenga acceso al agua de riego en la cuenca, al no estar garantizado el recurso.
Desde Emproacsa, su presidente Esteban Morales llama a la tranquilidad de los usuarios, confía en que no se llegue a una situación de tener que llevar a cabo restricciones de riego y explica que se tomarán, eso sí, "una serie de medidas de contención de consumo que se aplicarán a los ayuntamientos, en materias como la limpieza y baldeo de calles o riego de jardines o parques públicos".
Obras de emergencia para inyectar agua desde Puente Nuevo y desde el Arenoso Las obras de emergencia que hay que ejecutar en la zona corresponden a dos conexiones: la de Puente Nuevo con Sierra Boyera y la de El Arenoso con el embalse de Martín Gonzalo.
La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir tendrá que declarar las obras de emergencia para poder licitarlas de manera inmediata de forma que puedan estar en servicio antes de que ambos embalses lleguen a niveles mínimos.
9 - Febrero. Un estudio realizado con carbono 14 calibrado ha datado 3.951 años antes de nuestra era los dos únicos menhires no funerarios de Andalucía, situados en el yacimiento de Casas de Don Pedro, en Belmez. La profesora titular de Prehistoria de la Universidad de Huelva Beatriz Gavilán ha declarado en una entrevista con Efe que los dos menhires son anteriores al dolmen funerario megalítico en el que se enmarcan y que sirvieron como "marcadores territoriales".
Estos hitos, precisó la profesora que se licenció en la Universidad de Granada en 1980 y doctoró en la de Córdoba en 1989, sirvieron para señalar la posesión del terreno y su uso agropecuario. A su juicio, los menhires de Belmez "debieron tener una gran importancia porque poco después pasan a formar parte de un sepulcro megalítico", un paso que no está fechado.
El yacimiento arqueológico de Casas de Don Pedro fue el primero conocido y excavado de la cultura megalítica del Norte de la provincia de Córdoba y "conforma un interesante conjunto de enterramiento dolménico, cuyo estudio puede llevarnos a conocer el poblamiento calcolítico de la zona dedicado a la explotación agrícola y metalúrgica, hasta ahora poco conocido, pero que, a juzgar por la gran cantidad de enterramientos megalíticos, debió ser importante". Así lo describe la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) que la Junta de Andalucía llevó a cabo en 1996 y que lo detalla como "un monumento megalítico, con una cámara algo trapezoidal, que mide en su interior, aproximadamente, 2,15 metros de longitud por 1,35 metros de anchura máxima".
La profesora Gavilán participó en las dos excavaciones arqueológicas de urgencia que se han llevado a cabo en el yacimiento, en 1987 y 2005. En la primera se excavó la cámara una zanja exterior hacia el Noroeste, que reveló una ocupación previa a la construcción del dolmen, mientras que la segunda, sobre una cuadrícula de 105 metros cuadrados que abarcaba todo el espacio funerario, puso de manifiesto la existencia de una fase previa a la edificación de la sepultura megalítica.
Beatriz Gavilán afirmó que existe "una enorme dificultad para datar menhires, ya que no suele contar con materiales en los fosos de cimentación" que puedan ser sometidos a la prueba del carbono 14. En el caso de los menhires de Belmez, se tomó una muestra de carbón para su análisis en los laboratorios de la empresa estadounidense Beta Analytic Inc. En el artículo en el que la docente da cuenta de su trabajo, que firma junto a Martí Mas Cornellá, profesor del Departamento de Prehistoria y Arqueología de la UNED, en 'Sagvntvm. Papeles del Laboratorio de Arqueología de Valencia', que edita el Departamento de Prehistoria, Arqueología e Historia Antigua de la Universidad de Valencia, aclara que "la datación presenta limitaciones puesto que se ha obtenido de carbón no identificado". Esto es así, precisa, porque "no procede de la fosa de cimentación de alguno de los dos menhires y no es posible defender una total sincronía entre el monumento de erección de los bloques y los hogares, aunque la relación entre las estructuras y los menhires resulta evidente".
En el interior del dolmen, el material arqueológico "era bastante escaso, y estaba formado por punzones de cobre, puntas de flechas de cobre, hojas de sílex de gran tamaño, puntas de flechas de sílex, cuentas de collar de piedra y fragmentos de cerámica decorada e incisa", asegura el proyecto del Ayuntamiento de Belmez, redactado por el arquitecto Rafael Calderón Rodríguez, para actuar en el yacimiento.
En el mismo se refiere que "este material aparecía asociado a restos óseos de varios individuos" y que de su estudio se deduce que el enterramiento fue utilizado, al menos, en dos ocasiones, "la más antigua, al menos por lo conocido hasta ahora, parece ser los restos óseos humanos acompañados por el ajuar consistente en las hojas de sílex, las puntas de flecha de sílex y las cuentas de collar", y, posteriormente, reutilizado para enterrar, al menos, a otro individuo, acompañado por los objetos de metal.
La zona arqueológica de Casas de Don Pedro necesita, según el documento municipal al que ha tenido acceso EFE, "una intervención de conservación y adecentamiento, debido al deterioro que están sufriendo la zona arqueológica y en concreto las instalaciones habilitadas en 2001 para protegerla y musealizarla, y que están poniendo en peligro la integridad del conjunto megalítico". El proyecto afirma que "existen patologías y daños que ponen en riesgo de colapso y perdida integral del bien", situado entre los arroyos de Aguayo y el Fresnedoso, a 1,8 kilómetros al Sur del casco urbano de Belmez, con acceso por el camino al Entredicho.
Entre otras actuaciones, con un presupuesto de contrata de 37.779,20 euros sufragado en un 60% por la Diputación de Córdoba y el resto por recursos municipales, que permitirán mejorar el espacio museístico, se pretende el desarrollo de las obras que eliminen los "daños estructurales graves de partes o elementos que necesitan una inmediata reparación"
31 - Agosto. En la mañana de hoy ha sido presentado oficialmente en el Embalse de Sierra Boyera el VIII Triatlón Comarca del Guadiato, prueba deportiva que se celebrará en Belmez el próximo domingo 5 de septiembre a partir de las 10.00 horas.
Al acto han asistido Silvia Mellado Ruiz como presidenta de Mancomunidad del Guadiato, José Porras Fernández como Alcalde de Belmez y Ana Blasco Juárez, concejala de deportes de la localidad, a la vez que Diputada de Juventud y Deportes de la Diputación de Córdoba.
14 julio- Los días 9 y 10 de mayo de 2009, el Foro por la Memoria de Córdoba llevó a cabo una exhumación en la localidad de Belmez. Esta fosa albergaba los restos de cuatro guerrilleros asesinados en una fecha tan tardía como finales de octubre de 1949. En estos momentos la guerrilla en Córdoba estaba prácticamente deshecha, subsistiendo algunos grupos aislados y ya con escaso apoyo en los pueblos, ya que los enlaces habían sido sistemáticamente eliminados. La información que aportada procede del libro de Francisco Moreno (La resistencia armada contra Franco).
Según se recoge en este trabajo, la noche del 21 octubre, cuando visitaban una de las casas del pueblo para aprovisionarse, se produjo un encuentro entre tres guerrilleros y la Guardia Civil que ya estaba alerta sobre su presencia. En este enfrentamiento murió uno de los guerrilleros, mientras que el resto consiguió abandonar la localidad.
Al día siguiente otros tres guerrilleros que acudieron a Belmez en busca de camuflaje (algo frecuente en esta época de la guerrilla) o para establecer contacto con algún enlace, fueron envenenados por la Guardia Civil, que conocía de antemano su presencia, sacados a las afueras del pueblo cuando ya el veneno surtía efecto, y rematados a tiros.
Las víctimas según este informe fueron:
Manuel López González “Paco Peñaflor” o “Solitario”, con 35 años, de Villanueva del Rey.
Antonio Vargas Montes, 29 años, de Santa Cruz de Tenerife y residente en Sevilla.
Alejandro Escribano Cobos, 27 años, de Pedroche.
Benito Calero Fuidia, 24 años, Belmez.
De Antonio Vargas Montes es de quien actualmente conocemos más datos, sabemos que fue militante del PCE y que pasó por tres Consejos de Guerra. Finalizada la guerra actuó como Secretario de Agitación y Propaganda del PCE, encargándose de la distribución del Mundo Obrero, así como de prestar ayuda a los presos.
Desde el Foro dejaron constancia de que este trabajo se pudo llevar a cabo gracias a Luisa Gómez Castro (recientemente fallecida), su mujer, ya que fue la encargada de reunir toda la información posible y tras su asesinato, aún siendo la mujer de un rojo, tuvo el valor de desafiar a todo el aparato franquista, buscando el paradero de su marido. En el año 77 visitó Belmez, y tras casi veinte años de espera, la Guardia Civil le entregó un paquete con los efectos personales de Antonio.
La labor de Luisa ha sido continuada por sus hijos, Luís y Mª Carmen, a quienes los componentes del Foro por la Memoria esperaban poder ayudar a recuperar la memoria de su padre y la de todos aquellos que desaparecieron en las noches de niebla.
Texto adaptado por Manuel Vacas (Historiador)
04 mayo- La Junta de Andalucía ha puesto en marcha una nueva ruta de transporte interurbano. Se trata de un servicio que conecta Belmez, Villanueva del Rey y Espiel con Pozoblanco, según ha informado la Delegación de Fomento, Infraestructuras y Ordenación del Territorio.
La nueva ruta del taxi rural es la segunda que se pone en marcha en la provincia, y forma parte del Programa Andalucía Rural Conectada que contempla la puesta en marcha de cuatro rutas en total.
La segunda ruta, que se iniciará la semana que viene, prestará un servicio disponible dos veces por semana, los martes y jueves, con hora de salida desde Belmez a las 08.30 de la mañana y hora de vuelta desde Pozoblanco a las 14.00 horas. Los itinerarios autorizados para este servicio de taxi son: Belmez-Pozoblanco, Villanueva del Rey- Pozoblanco y Espiel-Pozoblanco. El precio a abonar por los usuarios es 6,35 euros desde Belmez, 4,70 desde Villanueva del Rey y 3,50 desde Espiel. Al tratarse de un transporte a la demanda, las personas interesadas han de realizar una reserva previa a través del teléfono 955926766, con un plazo de antelación como mínimo de 24 horas antes del horario de salida.
Cristina Casanueva, delegada de Fomento, Infraestructuras y Ordenación del Territorio, ha señalado que “desde la Consejería de Fomento trabajamos para que los municipios de la provincia estén conectados sin dejar a nadie atrás, viva donde viva. La Junta tiene un compromiso especial con las zonas rurales y su apoyo en la lucha contra la despoblación». Además, ha añadido la delegada, este servicio de taxi «tiene ventajas por ofrecer un mayor confort, menos tiempo de viaje y un ahorro en el gasto de combustible”.
En cuanto a los objetivos del programa, Casanueva ha explicado que la iniciativa “nace con el objeto de ofrecer una solución de transporte público en las poblaciones del ámbito rural que no tienen satisfechas sus necesidades de movilidad obligada, por asuntos sanitarios, administrativos, judiciales o asistenciales, entre otros”.
22 mayo- Una fiesta celebrada el pasado 11 de mayo podría ser la causa más probable del brote COVID localizado en Belmez y que cuenta ya con 38 positivos, 33 de ellos menores de 30 años. La mayoría de los contagiados son asintomáticos o presentan síntomas leves o muy leves.
El brote está localizado y todos los positivos activos están aislados. Desde el Ayuntamiento belmezano se ha pedido responsabilidad y sobre todo cumplir todas las recomendaciones dictadas por las autoridades sanitarias. Además el Consistorio ha recordado que la pandemia no está ni mucho menos superada por lo que ha pedido extremar al máximo las medidas de precaución.
En Peñarroya-Pueblonuevo son 13 los positivos activos, mientras que en Fuente Obejuna se localizan 4 casos. El Ayuntamiento de Valsequillos ha anunciado a través de un comunicado de prensa que son ya 3 los positivos activos, mientras 2 más se localizan en Los Blázquez y 1 en Espiel.
13 de mayo- Belmez está de enhorabuena. Por segundo año consecutivo, la escalera del Castillo belmezano se ha hecho con el primer premio del concurso de rincones típicos impulsados desde la Diputación Provincial.
Con este son ya tres los triunfos conseguidos por la localidad guadiateña en los cuatro años que se lleva realizando el evento. El Alcalde de Belmez, José Porras ha indicado a norteadiario.es que “es una gran noticia la que hemos conocido hoy. Quiero agradecer a la Diputación la oportunidad que nos da a los pueblos de la provincia de poder mostrar nuestros rincones más especiales. Con la realización de este concurso se posibilita que muchos visitantes que se desplacen hasta nuestras localidades para poder contemplarlos”.
El primer edil belmezano también ha querido agradecer el gran trabajo que año tras año viene realizando el grupo de colaboradores en la decoración de este espacio emblemático de Belmez y puerta de acceso de su imponente Castillo.
06 mayo- El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha hecho pública la resolución de adjudicación de ayudas a entidades locales afectadas por el proceso de cierre de centrales termoeléctricas de carbón.
15 serán los proyectos beneficiados propuestos por 11 ayuntamientos que accederán a ayudas por un importe total de 5.459.000 euros. La puesta en marcha de estas actuaciones deberán llevarse a cabo en un periodo de 24 meses y generarán al menos 160 empleos a tiempo completo, según elcomunicado de prensa emitido por el Ministerio que dirige Teresa Ribera.
De momento Belmez será el único municipio de los afectados por el cierre de la central térmica de Puente Nuevo que recibirá una subvención en este primer paquete de ayudas que lo empleará en la puesta en marcha del Centro de Estancia Diurna de Mayores y Disminuidos Físicos, lo que antes era el centro de día.
Las instalaciones que acogerá el Centro de Estancia Diurna tiene 900 metros cuadrados de superficie, tendrá disponible 30 plazas y posibilitará la creación de 10 puestos de trabajo.
El proyecto que se pondrá en marcha con esta subvención cuenta con un presupuesto de 114.882,85 euros. La ayuda del Ministerio asciende a 81.859,64 euros, teniendo que aportar el Ayuntamiento de Belmez 33.023,21 euros, cantidad necesaria para completar el presupuesto.
Los proyectos seleccionados accederán a un importe financiable de entre 100.000 y un millón de euros que serán compatibles con la percepción de otras subvenciones. La intensidad de las ayudas oscila entre el 50% y el 75% del coste elegible del proyecto y las actuaciones deberán estar finalizadas en un periodo de 24 meses.
06 abril- Iberian Smart Financial Agro (ISFA) convertirá a la localidad de Belmez en el mayor centro de producción de almendra del norte de la provincia de Córdoba.
El holding de empresas, que está compuesto por catorce compañías españolas y portuguesas, gestiona en la actualidad 5.000 hectáreas de este fruto en la península ibérica.
En Belmez, ISFA ha comenzado la plantación de 500 hectáreas de almendros en los terrenos de tres fincas, Fuente Blanca, Abubillo y Jardar, todas ellas propiedad de la Comunidad de Regantes Zona Regable Sierra Boyera, que ha alquilado sus terrenos a la empresa hispano-lusa.
En la actualidad son seis los puestos de trabajo que esta compañía ha creado en Belmez para el proceso de plantación de almendros, que verá sus primeros frutos en tres años. La idea de ISFA es seguir acumulando terreno si fuera posible, para ampliar las plantaciones, y una vez estén consolidadas las producciones, establecer en la localidad belmezana una planta de limpieza del fruto.
Iberian Smart Financial Agro (ISFA) es una sociedad limitada que cuenta con sedes en Vitoria, Madrid, Córdoba y Elvas (Portugal). El sector en el que se desenvuelve esta compañía es el de la agricultura y la industria transformadora. ISFA se constituyó en 2019 , si bien su equipo accionarial lleva realizando su actividad desde el año 2010.
19 marzo- La Unidad de Cultura Científica y de la Innovación de la Universidad de Córdoba ha puesto en marcha la iniciativa Científicas en el muro, una actividad que ha comenzado en Belmez con la realización de un mural de la figura Margarita Salas que pretende utilizar el arte urbano para familiarizar a la ciudadanía con mujeres relevantes en la historia de la ciencia.
Margarita Salas fue la primera española en ser elegida miembro de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos y cuenta en su currículum con más de 350 publicaciones en revistas científicas, 400 conferencias y 8 patentes. Además Salas, perteneció a varios de los más célebres institutos científicos nacionales e internacionales, fue nombrada doctora honoris causa por más de una decena de universidades.
La artista cordobesa Almudena Castillejo ha sido la encargada de diseñar el mural, situado frente al merendero de la vía verde de 'La Maquinilla'. La obra simboliza el legado de la célebre profesora asturiana, experta en bioquímica y genética molecular. Entre otros hallazgos, el grafiti representa una de sus contribuciones más importantes: el ADN polimerasa del virus bacteriófago'Φ29, que tiene múltiples aplicaciones biotecnológicas debido a su alta capacidad de amplificación. De hecho, esta investigación ha servido como base para la reciente creación de un proyecto científico que busca la detección masiva de la Covid-19.
La actividad está incluida en el séptimo Plan Anual de Divulgación Científica de la Universidad de Córdoba, financiado por la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología. La iniciativa, con la que colabora la Diputación de Córdoba, se enmarca dentro de una línea estratégica de divulgación en la provincia con la que se pretende comunicar la ciencia a través de nuevos formatos cercanos y accesibles para la ciudadanía.
20 Febrero- Belmez contará con un Museo Vivo del cactus y suculentas plantas. Un grupo de vecinos de la localidad belmezana se han unido bajo la denominación de Plataforma por Belmez "MI tiempo libre", y junto a la Concejalía de Parques y Jardines están llevando a cabo las obras de acondicionamiento de un nuevo y novedoso espacio dentro del principal parque de la localidad belmezana. El espacio elegido será un parterre de la citada zona verde, que estará dedicado a los cactus y las plantas suculentas. El Museo vivo incidirá en los cactus y las plantas suculentas, al ser especies botánicas que despiertan gran interés entre los aficionados a la jardinería. Se dá la circunstancia que todos los ejemplares que formen parte de este Museo vivo serán donados por aficionados a los cactus, por voluntarios que quieren ver sus plantas en este espacio, o por todo aquel o aquella persona que quiera sumarse a la iniciativa. Los trabajos ya han comenzado, y están siendo llevados a cabo por los ciudadanos de la plataforma y trabajadores de la Concejalía de parques y jardines de Belmez.
15 febrero- La Delegación de Educación invertirá entorno a 800 mil euros en la mejora y acondicionamiento del Colegio de Educación Infantil y Primaria Nuestra Señora de los Remedios y del Instituto de Enseñanza Secundaria José Alcántara. Las obras que comenzarán en verano, mejorarán la instalación eléctrica en ambos centros, la calefacción sufrirá una profunda remodelación, se sustituirán porterías y ventanas, y ambos centros se someterán a un acondicionamiento general. Así lo ha confirmado el alcalde de Belmez, José Porras en los micrófonos de Hoy por Hoy Guadiato de la cadena SER. el primer edil belmezano, ha explicado que “ las conversaciones comenzaron con la Delegación en el anterior mandato de la Junta. Las obras estaban aprobadas por un importe de 800 mil euros, pero la nueva Ley de Adjudicación de Contratos hizo que el proyecto sufriera un parón”. José Porras indicó que las conversaciones se retomaron con la actual Delegada de Educación en Córdoba, Inmaculada Troncoso. La Delegación cordobesa mandó un técnico para supervisar las necesidades de ambos centros, dando luz verde a unas obras de reforma que comenzarán en verano.
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